Los techos son una parte fundamental de cualquier edificación, ya que protegen el interior de la acción del clima. Sin embargo, algunos tipos de techos presentan mayor riesgo de goteras debido a su diseño, materiales o condiciones de instalación. Conocer cuáles son los más propensos a este problema permite tomar medidas preventivas y reducir futuros gastos en una reparación de goteras en Sitges.

Uno de los techos que más goteras sufre es el techo plano. Aunque su nombre indica que no es totalmente horizontal, la pendiente es muy reducida y eso dificulta el drenaje del agua de lluvia. Cuando las canaletas o desagües se obstruyen, el agua se acumula en la superficie y aumenta la posibilidad de filtraciones. Además, el sol y los cambios de temperatura deterioran más rápido las membranas impermeables que suelen recubrirlos.

Otro tipo con alta probabilidad de filtraciones es el techo de lámina metálica. Este material es económico y de instalación sencilla, pero requiere un sellado correcto en las uniones. Con el tiempo, los tornillos o remaches pueden aflojarse y dejar espacios por donde entra el agua. La corrosión también es un factor que debilita la superficie, especialmente en zonas húmedas o cercanas al mar.

Los techos de tejas, ya sean de arcilla o de concreto, también pueden presentar goteras si la colocación no es precisa. Una teja rota, mal ajustada o desplazada por el viento genera un punto vulnerable. Aunque ofrecen buena durabilidad, la falta de mantenimiento o el tránsito sobre ellos aumenta el riesgo de daños.

Los techos de madera, menos comunes hoy en día, igualmente resultan sensibles a filtraciones. La humedad los deforma con el tiempo, provocando que las piezas no encajen de manera correcta y se creen aberturas.

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